Llegó despacio, descendiendo por el tronco de un árbol,en medio del bosque. Con su antifaz negro podría parecer un pájaro súper-héroe o, tal vez, un legendario bandido de cómic…, pero no. Ahí estaba, enganchando sus uñas en la corteza del árbol, levantando su cabeza con aire de superioridad, desafiante.Con un breve salto se encaramó en su objetivo y empezó a emitir sonidos agudos, constantes… demostraciones, quizás, de entusiasmo ante el manjar que tenía delante. Semejante alboroto ahuyentó a otros vecinos que también disfrutaban de aquellas «viandas»
Poco a poco fue trasladando parte de aquel valioso botín. Semillas, insectos y frutos secos quedaban encajados perfectamente en las grietas del viejo roble abrigado de musgo. Transformado en despensa para los meses de invierno. A corta distancia, en un tronco horadado y abandonado por su vecino carpintero, su pareja cerraba con barro la entrada adaptando su pequeño tamaño. Un interior mullido y seco arropaba los huevos que más tarde se abrirían dando paso a pequeños trepadores
La curiosidad llevó a querer saber más acerca de aquel «individuo» : Nuestro trepador azul es un pájaro azul y naranja que se desplaza cabeza abajo por ramas y troncos, para poder hacerlo dispone de una fuerte musculatura en sus patas, provistas de uñas aceradas.Busca su vivienda en oquedades de árboles, a más de dos metros de altura, ya sean naturales o hayan sido horadadas por pájaros carpinteros, adaptando su entrada con barro . Come insectos, que encuentra entre las cortezas de los árboles y frutos secos y semillas. Las puestas son de 6 a 8 huevos que eclosionan en un plazo de dos semanas tras las puesta. Almacena alimentos durante todo el año, puede llegar a los 14 cm de longitud y alcanzar un peso de entre los 17 y 28 gramos.
Las parejas se mantienen de por vida, machos y hembras viven por separado pero al llegar el período reproductor ambos se buscarán para el apareamiento y posterior cría de los polluelos. Tienen una longevidad de hasta tres años. Tienen un comportamiento muy territorial, siendo muy agresivos con otras aves e incluso con los de su misma especie. Esto último nos dió la pista de por qué el resto de los pájaros abandonaban el comedero cuando el trepador se acercaba.