La nieve se pone contenta y al volverse agua hace «pompas»
Los helechos aprovechan para darse un baño y recuperar brillo
La lluvia desborda la orilla para dibujar los árboles
Las piedras se agarran a las raíces de los árboles caídos para treparlos
Los brotes tiernos se disfrazan con mantas de musgo y hiedra