Erithacus rubecula.- Uno de los pájaros más populares y fácilmente reconocibles, al que se distingue por su llamativa mancha anaranjada en el pecho, la garganta y la cara. En invierno resulta muy común en casi cualquier ambiente, incluyendo parques y jardines; pero en primavera cría preferentemente en parajes frescos. Es territorial, tanto en invierno como en verano, y muy a menudo suele dejarse ver entre los arbustos o en el suelo mientras busca insectos.
Pajarillo de constitución rechoncha, sobre todo en invierno, cuando ahueca sus plumas para generar una capa de aire caliente interior. Machos y hembras son idénticos en coloración. En su plumaje destaca la amplia mancha anaranjada que se extiende por la cara, la garganta y el pecho, la cual aparece bordeada por una irregular y sutil banda gris. El resto del plumaje resulta poco vistoso. Domina el color pardo verdoso en el dorso y las alas, y el blanco sucio en el vientre. Los jóvenes volantones, antes de la muda parcial a finales del verano, muestran un plumaje pardo, con casi todas sus plumas punteadas en su extremo con motas amarillentas.
Para cantar se posa en las ramas altas de los árboles, ya sea en invierno o durante la temporada de cría. Es muy agresivo, tanto con ejemplares de su misma especie como con el resto de las aves, no solo en la época reproductora, sino también durante la invernada. En este último periodo, las parejas se separan y defienden territorios individuales.
Emite insistentemente un reclamo seco (tac), que repite con frecuencia irregular: tac-tac…, tac-tac-tac. El canto es más elaborado y melodioso. Reclama y canta a lo largo de todo el día, pero especialmente por la mañana muy temprano, incluso antes del amanecer.